13 jun 2012

PrimaveraSound 2012. Miércoles.

Existen dos maneras de encarar un macro festival como el PrimaveraSound, a través de la persuasión alegre del alcohol o con una libreta en la mano. Ni que decir tiene que la primera resulta del todo mucho más estimulante. La contrapartida es que mezclar Barceló y coca cola a partes iguales no ayuda a cumplir con el horario acordado. Cuando llegamos al Arc de Triomf The Walkmen estaban tocando su último tema. Una lástima. Desestimamos a los Black Lips y regresamos por donde habíamos venido hacia la sala Apolo, con parada técnica en casa para repostar y vaciar vejiga. Al llegar la cola se había multiplicado por trescientos lo que me hizo perder la esperanza de entrar a tiempo para ver a Chairlift. Sorpresivamente una vez dentro y fuera de la hora programada el primer grupo que vemos resulta ser Chairlift. Fascinante, gracias al magnetismo y al exquisito talento vocal de su cantante, Caroline Polachek. Vuelta de tuerca a los sonidos ochenteros, ritmos marcados a golpe de sintetizador y en absoluta subordinación a las armonías vocales de la chavala. A su fin derivamos entre el húngaro satánico de Void ov Voices, el cual habría merecido un buen bolsazo de risketos, y los veintañeros de Beach Fossils, que todavía andan por los petit-suisse.

 

Kindness fue el siguiente asalto de interés. Emparentado directamente con el rollo de Ariel Pink y en base a una puesta en escena básica, elegante y seductora nos ofreció un delicioso concierto con sabor a balada ochentera y caleidoscópica en la que combinaban a la perfección funk, disco y chillwave.

El cierre lo puso un tal Marc Piñol que pinchó temazo tras temazo como un campeón olímpico. No paré de bailar hasta que llegó un pelmazo y me arruinó la noche.

1 comentario:

PeorQueNegro dijo...

Yo que soy más chulo que nadie a veces digo: Arc of Triomf