29 may 2010

Córtenle la cabeza


Después de una etapa de buenrollismo generalizado ya es hora de soltarle una colleja a alguien, alguien tan pagado de sí mismo como el señor Tim Burton por ejemplo, que ha vaciado una buena saca de doscientos millones de dólares por el retrete del séptimo arte.

Se ha de decir que de Tim Burton siempre se espera lo mejor, y será por eso que cuando la caga su mierda apesta el doble. Lo irónico de todo es que gracias a ese tufillo se puede ver Alice in Wonderland sin quedarse dormido, y no te duermes porque esperas que en algún momento del metraje el genio de Tim te sorprenda con un giro inesperado, con una coña visual de algún tipo…

Pero nada de nada, parece que el Gurú-Disney de los góticos ha olvidado (extraño en él, por lo que simboliza) que en este tipo de películas, las de aventuras, lo importante no es que sucedan muchas cosas, sino cómo llegan a suceder, de lo contrario tenemos un lelo film de acción.

Alicia en el País de las Maravillas no es lo uno ni lo otro sino una amalgama de efectos visuales en 3D campando a sus anchas, ahogando con sus excesos tanto el endeble guión de Linda Woolverton como las interpretaciones (por cierto, nefastas) de los actores de carne y hueso. El resultado es una adaptación mediocre y ligera de las estimulantes novelas de Lewis Carrol. Una pena que la fabulosa industria de Hollywood tenga más fe en explotar la veta de oro que significa la espectacularidad del 3D a la hora de atraer al público a las salas del cine que en las buenas historias.

Cosas a tener en cuenta amigo Tim cuando nos preguntes por qué te odiamos:

1- Por convertir un arquetipo cultural en una banalidad.

2- Por degradar el personaje de Alicia a la altura de una niña tonta, petulante y vulgar.

3- Por dejar que la productora te convenciera de que Anne Hathaway es una actriz.

4- Por tu asunto con Johnny Depp, que se parece cada día que pasa más a un cáncer que a una colaboración cinematográfica.

5- Por, aunque te la folles, destruir uno de nuestros mitos sexuales de los 90 poniéndole tremendo cabezón a Helena Bonham Carter.

6- Por toda la parafernalia 3D, más bien facilona y de dudoso gusto.

7- Porque hacer películas como Ed Wood, Eduardo Manostijeras y Beetlejuice no es una suerte, es una responsabilidad para con el resto de tu filmografía.

2 comentarios:

Qcousas dijo...

Jajajajaja!!! Completamente de acordo contigo...penso que merece a pena mirala sen os efectos 3D, que por certo a min me parecen terríbeis...
E menos mal!!!! Diría exactamente o mesmo de Anne Hathaway, xa cría eu que estabades todos/as tolos...

Anónimo dijo...

Antes de que se estrenase ya había decidido no ir a verla bajo ningún concepto, porque, más que intuir, SABÍA que esta "Alicia" sería un producto infame... recuerdo que mi amigo T., antes de que le lloviesen encima los jarros y jarros de agua fría de la evidencia, todavía defendió a Burton antes del estreno.

Y yo reconozco que me alegro, me alegro muy mucho de que Tim Burton haya gestado una cagada estratosférica, me encanta la idea de destruir mitos e iconos... y esto lo suscribe alguien que sobrevivió años apegada de un modo enfermizo a sus ídolos.